lunes, 24 de septiembre de 2012

Noches de tormenta

Adrienne, a sus sesenta años, hace balance de su vida y narra a su hija los hechos que han marcado su existencia. Recuerda la historia de amor que vivió 15 años atrás, cuando su marido la abandonó por otra mujer más joven y ella decidió hacerse cargo de un pequeño hotel en la costa, en un pueblo llamado Rodanthe. Tras una vida dedicada a su esposo e hijos, Adrienne tuvo que aprender frente al mar a manejar sola las riendas de su destino, a reinventarse. Y allí, además, tuvo que hacerse cargo de un solo inquilino, Paul, un prestigioso cirujano al que una vida deshecha por la ambición empujó a hospedarse en ese hostal para tratar de saldar sus cuentas con el pasado. Mientras una terrible tormenta se cernía sobre la población Adrienne y Paul compartieron un fin de semana en el que redescubrieron sus vidas; no sólo aquello que eran, sino lo que podían llegar a ser. Pero el peso de la responsabilidad adquirida con sus mundos les hizo preguntarse cuál era el camino correcto, qué era lo que debían hacer, si elegir entre sus sentimientos o sus deberes.

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