El gran cambiazo

Esta antología contiene 4 relatos donde se describen situaciones tan jocosas y divertidas como las del seductor que, confiado en sus artes amatorias, no respeta nada ni a nadie, volviéndose finalmente víctima de su arrogancia (El visitante, Perra). El desengaño del que se cree un gran amante (El gran cambiazo) y por último un cuento con un tinte más dramático titulado El último acto.

El visitante/The visitor

Primero de los relatos protagonizados por Oswald. Dahl utiliza el recurso de la existencia de un tío rico, mujeriego y con excentricidades tales como el coleccionismo de escorpiones, para dar rienda suelta a toda una serie de aventuras de corte galante no exento de una gran dosis de insinuante erotismo. En esta aventura Oswald viaja por el desierto huyendo de un príncipe egipcio al que ha engañado con una de sus mujeres. Obligado a permanecer en una gasolinera por una avería mecánica, se ve alegremente sorprendido por la aparición de un lujoso coche cuyo propietario lo invita a pasar la noche a imponente mansión en medio del desierto donde vive con su esposa e hija. Ambas mujeres, maravillosamente dotadas, despiertan la lujuria de Oswald que, sin respetar a su anfitrión, va haciendo gala de todos sus encantos para seducir a las hembras.
Durante la noche es visitado por una de las mujeres pero no le es permitido saber de cual de las dos se trata. Su curiosidad, por fin, se verá satisfecha.

El gran cambiazo/The Great Switcheroo
Historia de dos matrimonios en los que cada uno de los maridos se ve atraido por la esposa del otro. Como viven en casas separadas tan solo por un seto, urden una trama para pasar una noche con las mujeres sin que estas se enteren, para lo cual tienen que estudiar con precisión todos los detalles para que ellas no sospechen lo que está ocurriendo.

El último acto/The Last Act
Una mujer cae en una profunda depresión cuando su marido, del que estaba enamorada locamente, fallece en un accidente de tráfico. Después de mucho tiempo y por iniciativa de una amiga, se decide a trabajar por lo que deja su aislamiento para introducirse de nuevo en la vorágine mundana con lo que la herida de su alma va cicatrizando.
Cierto día, encontrándose sola en una ciudad, decide llamar a un hombre que fuera su novio antaño, antes de conocer a su marido. El reencuentro es sumamente agradable por lo que deciden subir a la habitación del hotel para seguir la conversación y lo que se derive de ella.

Perra/Bitch
Otra de las aventuras de Oswald que, movido por una enfermiza curiosidad, asume el mecenazgo de un hombrecillo chiflado que dice tener la fórmula para despertar sentidos aletargados en el hombre. En particular afirma que está elaborando un perfume que activará el deseo sexual de tal forma que desinhibirá los prejuicios del varón sumiéndolo en un estado de excitación tal que se verá impulsado por puro instinto animal ante la presencia de una mujer.