Freya es una mujer guapa, inteligente y muy, muy independiente. El día que su novio, Michael, le dice que no están hechos el uno para el otro, Freya empieza a replantearse cómo hay que vivir con los hombres... o sin ellos. Sin pareja y sin apartamento de la noche a la mañana, por suerte cuenta con algunos buenos amigos que nunca le han fallado.
Es el caso de Jack, un joven escritor que se ha quedado sin inspiración, un conquistador que ve en cada mujer una hermosa aventura, siempre que esta sea pasajera. Cuando Freya se instala en el apartamento de Jack «hasta que encuentre algo mejor», ninguno de los dos sospecha el calvario que les espera. Desde la maquinilla de afeitar hasta qué noches deben despejar el terreno para que el otro invite a sus ligues, todo se convierte en un motivo de disputa.
Hay algunas cosas que los hombres nunca entenderán, y hay otras que las mujeres nunca querrán entender. Pero si en el fondo existe una amistad autentica a prueba de bombas, no hay nada que no se pueda arreglar. Porque entre un hombre y una mujer que solo son amigos, las cosas están siempre muy claras. ¿O no?
Es el caso de Jack, un joven escritor que se ha quedado sin inspiración, un conquistador que ve en cada mujer una hermosa aventura, siempre que esta sea pasajera. Cuando Freya se instala en el apartamento de Jack «hasta que encuentre algo mejor», ninguno de los dos sospecha el calvario que les espera. Desde la maquinilla de afeitar hasta qué noches deben despejar el terreno para que el otro invite a sus ligues, todo se convierte en un motivo de disputa.
Hay algunas cosas que los hombres nunca entenderán, y hay otras que las mujeres nunca querrán entender. Pero si en el fondo existe una amistad autentica a prueba de bombas, no hay nada que no se pueda arreglar. Porque entre un hombre y una mujer que solo son amigos, las cosas están siempre muy claras. ¿O no?
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